De la misma manera que ejercitándote puedes mejorar tu resistencia física, también puedes aumentar la capacidad de tu cerebro. Debes tener en cuenta que si no lo ejercitas pierdes neuronas, conexiones, capacidades y flexibilidad para reaccionar al entorno pero con esfuerzo y constancia poner en forma tu cerebro para volver a estudiar en edad adulta no será muy complicado.

 

10 consejos para retomar los estudios en edad adulta

A continuación te dejamos 10 consejos para ponerte manos a la obra:

  • Busca, descubre y selecciona, entre la gran oferta educativa que existe actualmente, qué curso, ciclo formativo, acceso a la universidad, grado o posgrado deseas estudiar. Ayúdate con buscadores como Atodocurso.com para encontrar la formación que te gustaría retomar o empezar a estudiar. Es muy sencillo, haz clic en este link: www.atodocurso.com/cursos y filtra según tus gustos el curso en el que quieres matricularte.
  • Encuentra el Centro de Formación que mejor se acomode a tus necesidades. A día de hoy ya no es necesario asistir de manera física a un centro para estudiar, la barreras geográficas hace tiempo que ya no son un impedimento para estudiar aunque el curso que estés buscando no se imparta en tu cuidad. La formación eLearning aporta una flexibilidad que te permite adaptar el tiempo de estudio y formación a los horarios personales de cada uno.
  • Cuida tu alimentación: come bien, cada día. Para funcionar correctamente el cerebro requiere oxígeno, agua, ácidos grasos como los omega - 3, y glucosa. El cerebro está constituido en gran medida por agua, por eso, es tan importante la hidratación. Y por supuesto, nunca te saltes una comida y mucho menos el desayuno.
  • Dedica 15 minutos al día para aprender una nueva habilidad. Aprender algo nuevo es un excelente ejercicio para la mente. Si eres capaz de enseñarle nuevas habilidades a tu cerebro conseguirás mantenerlo joven y despierto, además, activarás tu curiosidad y ganas de aprender.
  • Potencia tu capacidad resolviendo pequeños problemas matemáticos y rompecabezas. Para entrenarte puedes hacer puzzles, resolver Sudokus, crucigramas, enigmas o simplemente hacer el esfuerzo de calcular los importes que tengas que pagar recurriendo a tu cabeza.
  • Lee. Lo que quieras, novelas de ciencia ficción, románticas, clásicas, el periódico, un cómic, en papel o digital, lo que más te guste, pero lee. De este modo estimularás tu imaginación, enriquecerás tu vocabulario, tu escritura será más fluida y aumentarás tus conocimientos.

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  • Haz ejercicio. Está demostrado que cuando haces ejercicio físico mejoras el funcionamiento del cerebro, el aprendizaje y la memoria. Esto se debe a que cuando realizas ejercicio el oxígeno, que es un elemento de vital importancia que se transporta por la sangre hasta el cerebro, aumenta y con él, las capacidades del cerebro, potenciando tu predisposición para aprender.
  • Duerme. Numeroso son los estudios científicos que han demostrado la relación y la influencia positiva de llevar una vida ordenada con el sueño para mejorar el aprendizaje, la comprensión y la memoria. La explicación de esta relación, horas de sueño/mejor aprendizaje, se basa en que durante el sueño se reactivan las regiones utilizadas para llevar a cabo las funciones cerebrales que permiten que se consolide lo aprendido.
  • Pon en forma tu memoria. Juega a memorizar cosas simples como matrículas de coches o números de teléfono. Trata de recordar qué comiste hoy, ayer, y un poco más difícil, la semana pasada. Trata de memorizar listas ordenadas o desordenadas de palabras. Anota la información importante que quieras recordar, los datos se retienen mucho mejor si se escriben y utiliza tu memoria visual cuando no recuerdes algo.
  • Sensatez: tienes que ser realista y no abarcar más allá de tus límites: matricúlate única y exclusivamente del número de asignaturas que consideres que puedes aprobar durante el curso. Motiva mucho más aprobar cuatro asignaturas de cuatro matriculadas, que superar cuatro asignaturas si te matriculaste de ocho.

Sin duda, encontrar el equilibrio entre el tiempo dedicado al estudio y la vida personal junto a la motivación, disciplina y planificación del tiempo serán tus mejores aliados para retomar los estudios.