Con la eclosión de internet y su rápida y continua evolución, todavía no se ha tenido el tiempo suficiente para pensar y analizar la huella digital que días tras día dejamos en la red, una huella que desgraciadamente no se borra con agua y jabón y lo más probable es que nos acompañe hasta el fin de nuestros días y más allá.

Currículo y una entrevista y perfiles en redes sociales

Centrándonos en el presente y en el rastro digital que dejamos en la red diariamente, ya son multitud de empresas, con su departamento de selección de personal, las que además de pedirnos el currículo y una entrevista, a la hora de optar por un puesto de trabajo, investigan nuestros movimientos en la nube con dos "clics" de ratón, uno para copiar y otro para pegar nuestro nombre y apellidos en los buscadores de Internet, con la intención de comprobar, de manera instantánea, nuestros perfiles en redes sociales, webs personales, blogs, comentarios realizados o compartidos, etc... Y de este modo, recopilar información relevante sobre nuestro comportamiento y entorno. Datos que les sirven para hacerse una idea de quiénes somos y si encajaríamos en el puesto de trabjo.

Huellas digitales

Evidentemente, las huellas digitales que dejamos en la red no tienen por qué ser sólo negativas. Al igual que pueden jugar en nuestra contra, también pueden hacernos un gran favor transmitiendo una buena imagen de nosotros mismos. Es más, todos deberíamos esforzarnos por crear un recorrido virtual positivo de nuestro paso por el ciberespacio y ser conscientes de que el límite que separa el mundo físico del online es una línea muy fina.

►Content Curator: Competencias y herramientas en la curación de contenidos►

Tomar precauciones y aplicar el sentido común

Tomar precauciones y aplicar el sentido común, con estas dos premisas podemos disfrutar del ciberespacio sin miedo a dejar una huella digital negativa que nos repercuta el día de mañana. Existen sencillas medidas que todos podemos emplear para disfrutar de las ventajas y oportunidades que nos ofrece el mundo virtual:   

⇒ Seleccionar con cautela el material que vamos a subir a la red y que puede ser sensible de malas interpretaciones por terceras personas.

⇒ Privatizar todos nuestros perfiles en las Redes Sociales.

⇒ Cerrar los blogs, webs, perfiles…que no utilizamos y que contienen información errónea o muestran una faceta demasiado personal.

⇒ Controlar el coleccionismo de “amigos”. Recuerda que no siempre los amigos de mis amigos son, necesariamente, mis amigos.

⇒ Cuidar la privacidad: datos personales.

A bote pronto, ¿borrarías ahora mismo si pudieses el rastro en la red de algún archivo que podría perjudicarte?